Devoción por el Vino y la comida en Semana Santa
La vida espiritual y el vino han estado siempre íntimamente relacionadas en casi todas las culturas judeo-cristianas. Desde su expansión en los pueblos mediterráneos, el vino cobra protagonismo en el mundo de los rituales por su fuerte simbolismo. Suele ser empleado en casi todas las ceremonias de renovación y banquetes funerarios como signo de respeto y admiración.
Nuestra Cultura
Actualmente, los principales actos religiosos están fuertemente marcados por la presencia del vino. El Jueves Santo es una conmemoración de la última cena donde se comparte el pan y el vino antes de la muerte de Jesús. Desde ese momento, la era cristiana instauró el sacramento de la eucaristía como "el cuerpo y la sangre" respectivamente.
En Chile en la Semana Santa se desarrolla una variada gastronomía marina a lo largo de nuestra geografía. Haremos un repaso de los tres platos más emblemáticos de estas fechas y que coinciden con el comienzo de la estación otoñal.
Caldillo de Congrio
Uno de los platos de mayor reconocimiento en la gastronomía chilena, originario del litoral central. Elaborado a base de congrio dorado (Genypterus blacodes) o congrio colorado (Genypterus chilensis) un pescado de la familia de las Anguilas que abunda en la costa del Pacífico sudamericano.
Su preparación varía según la geografía, pero en sí, es bastante uniforme. Es decir papas grandes, zanahoria, cebolla, dientes de ajo, laurel, caldo de pescado (fumet) y un surtido de mariscos. Se suele servir en fuentes o platones de cerámica o greda cocida (preferentemente los fabricados en Pomaire) para que mantenga por más tiempo su temperatura.
A la hora de acompañarlo con un vino, sugerimos el Reserva Especial Chardonnay de la Viña Morandé. Este vino blanco, proviene del valle costero de Casablanca que le entrega toda la mineralidad que requiere esta preparación untuosa y de gran sabor. Cómpralo AQUÍ
Paila Marina
Esta tradicional receta, que también es conocida como “Mariscal Caliente”, es una excelente compañía para las personas que les gusta festejar, sobre todo ahora en otoño. Es un imperdible para las reuniones familiares de día domingo donde hay que verse y lucir espléndidamente.
Formas de preparar este plato, hay muchas. De hecho, los pescadores de cada caleta siempre aseguran que tienen la “mejor” receta.
Si bien es muy amplia y diversa la preparación, por lo general suele llevar almejas, choritos, machas todos con concha, trozos de congrio, mariscos surtidos, caldo de pescado, cebolla (picada en cubos), zanahorias (picadas en rodajas), pimentón rojo y verde (cortado en tiras) y una taza de perejil (picado). Es que es un plato muy versátil, ya que se pueden preparar sofisticadamente o más bien de manera “artesanal”. En ésta última hay que tener un poco más de cuidado, especialmente cuando no se sabe el origen de los mariscos.
El maridaje ideal, por la gran variedad de sabores es un Espumante Extra Brut de la Viña Bouchon. Elaborado con uvas País y Cinsault que le dan un color rosado muy pálido. Funciona a la perfección con los aromas de cualquier Paila Marina. Cómpralo AQUÍ
Merluza a la Chilena
La merluza del Pacífico sur o merluza común (Merluccius gayi) o “pescada” corresponde a una especie de peces marinos, que en edad adulta (especialmente la hembra) puede alcanzar un largo de unos 85 cm. Aproximadamente. Se alimentan de peces pequeños, artrópodos y calamares.
Para esta preparación, el vino que más se adecua al sabor de fritura, mar y el frescor de la ensalada, es el La Joya Gewurztraminer. Un Gran Reserva de la Viña Bisquertt. Cómpralo AQUÍ
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